¡¡ PROHIBIDO PROHIBIR !! - Carretera del Segaño (Chanteiro)

Despues del ligero, pero agradecido arreglo de las "carreteras militares" de la costa que comunican La Palma con el Segaño, Chanteiro y Montefaro, aparecen ahora varias señales de dirección prohibida, colocadas en ciertos lugares que causan asombro, pasmo y estupefacción.
Porque no se entiende ni quién las puso, ni el sentido que tienen. Unicamente se sabe lo que significan: prohibición de circular por estas pistas.
Algunas ya fueron derribadas. Muchos optan por ignorarlas.
Pero lo que sí comprobamos estos días, es que producen mucha indignación.
¿Qué se pretende con ello?, hacer todos eses recorridos kilométricos sólo zona peatonal.¿Pero, a quién se le ocurre eso?.
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Toda la vida, aún cuando existían y funcionaban los fuertes, guarniciones, vigías y destacamentos militares, se permitió circular por esas denominadas "carreteras militares" a todo el mundo. Personas, animales, carruajes, vehículos, iban y venían a las propiedades de montes, campos y bosques a cargar tojos, estralla, madera, leña, piñas, castañas, ramajes, piedras, arena, barro, tierra, etc.
¿Cómo se puede prohibir el acceso a llevar y buscar cosas a una propiedad?.
Tambien, claro está, son usados eses caminos para pasear, ir a pescar, disfrutar del paisaje y naturaleza y de lo que cada quién desee.
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¿Ahora cual es la pretensión?.
Dejar esas pistas sólo para uso de paseantes forasteros y senderistas. Ellos ya también pueden disfrutarlas, pero es perfectamente compatible con el paso de vehículos.
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¿Cómo se atreve nadie a prohibir disfrutar de esas rutas a personas mayores o con problemas de movilidad, que únicamente pueden hacerlo utilizando sus vehículos?.

Los senderistas ya tienen sus sendas, carreros y rutas por los montes, campos y ribazos.
Nadie le impide su disfrute a estos deportistas campestres, paseantes de botas, gorro y bastón, que muchas veces no son más que seudo ecologistas de asfalto, cemento y moqueta que vienen a desestresarse - y hacen muy bien -, por las abandonadas zonas rurales, pero en confraternidad con los vecinos y lugareños habituales , sin ocasionar problemas a nadie.
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Esta medida debe ser enmendada, de otra manera será desobedecida, como ya pudimos comprobar en días recientes.
¡PROHIBIDO PROHIBIR!